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    Gallo El Mujeriego

    En el mundo de los gallos de pelea, donde la pasión y la tradición se unen, hay historias que se vuelven leyendas. Una de ellas es la del gallo "El Mujeriego", un ejemplar que dejó una marca profunda en la gallística de Puerto Rico.

    ¿Cómo era "El Mujeriego"?

    "El Mujeriego" era un gallo rubio recesivo, con una golilla anaranjada y unas alas largas. Su cabeza era alargada y sus ojos rojos, lo que le daba un aspecto imponente. Además, tenía un detalle curioso: un poco de blanco en el nacimiento del rabo, lo que sugiere que podría haber tenido un gen de blanco dominante, aunque no muy fuerte.

    ¿De dónde venía "El Mujeriego"?

    "El Mujeriego" provenía de una familia de campeones. Sus padres, "Ojo de Vidrio", eran de líneas genéticas de gallos muy buenas: Camagüey Rubén Rosado y Gallina Moncho Grau. "Ojo de Vidrio", un gallo criado por uno de los más grandes de Puerto Rico, Tito Díaz, era hermano del famoso "Yunin". Ambos gallos fueron criados por Josean Llavona, quien creó una línea de gallos muy poderosa y recordada por su calidad.

    La mamá de "El Mujeriego", por lo que se sabe, era hija de "Radar", otro gallo buenísimo que venía de la línea de los "Lagartijos". Esta mezcla de buenas líneas genéticas hizo que "El Mujeriego" fuera un gallo excepcional.

    ¿Por qué se llamaba "El Mujeriego"?

    El nombre "El Mujeriego" viene de la gran cantidad de gallinas que tenía en el criadero de Chuito Vela. De ahí salieron sus hijos más famosos:
    • El "Padrotito", hijo de la gallina #192 de Daniel Rodríguez.
    • El "Parapelos", hijo de la gallina #796 de Danny Juan.
    • El #2550, hijo de la gallina #0138 de Papo Monzón, considerado el mejor hijo de "El Mujeriego".
    Del gallo #2550 nació el famoso #248 de Chuito Vela, un gallo que ha demostrado ser un "padrote" increíble, transmitiendo su calidad a sus hijos.

    El descubrimiento de un gallo único

    Papo González descubrió al gallo "El Mujeriego", y fue un gran aporte para la gallística. Su descendencia ha sido extraordinaria tanto en las peleas como en la cría.

    Chuito Vela, quien tuvo a "El Mujeriego" en su criadero, cuenta historias sobre su comportamiento y habilidades en la pelea. Aunque no era el gallo más hábil o fuerte, "El Mujeriego" tenía una determinación y un espíritu de lucha que lo hacían un rival muy difícil de vencer.

    Un legado que sigue vivo

    El gallo "El Mujeriego" es un ejemplo de cómo la pasión, la dedicación y el conocimiento de la genética pueden crear un campeón excepcional. Su legado continúa a través de sus hijos, gallos que siguen demostrando su valía en los ruedos de pelea y transmitiendo su calidad a las nuevas generaciones.

    "El Mujeriego" es, sin duda, uno de los "gigantes genéticos" de los gallos finos de pelea de Puerto Rico, un gallo que dejó una marca imborrable en la historia de la gallística y cuyo legado sigue vivo en cada uno de sus descendientes.